abril 05, 2007

Luego de unos meses de espera sin escribir, vuelven los comentarios sobre nuestra vida cotidiana y ahora espero que leyendo este blog vean que es posible reirnos, quitarnos el sombrero o llorar frente a la vida. Este será el sentido del blog ahora, con actitud cómica pero respetuos, y manteniendo una visión acerca de la vida más optimista y bella que nunca.

Conciencias Varias

Es notable (ahora me gusta esta palabra y la usaré mucho) lo que se puede hacer en las personas con pequeños gestos y acciones. La gente compone sus realidades basadas en las conciencias diferentes que van teniendo. Y nosotros podemos hacer algo, con muy poco.


Cuando voy al supermercado, siempre me fijo en el estado de ánimo de la cajera, sus manos, su mirada y su forma de saludar te dicen: estoy acá obligada, me pelié con mi marido, estoy cansada, mis hijos no me respetan. Son innumerables las cosas que pueden verse en detalles ínfimos como esos. Es agradable poder generarles un cambio, leve aunque sea, pero positivo a las personas. Mirar y sonreirle a la cajera y decirle gracias. Son gestos que realmente aprecia y puede que le de otro sentido, otra mirada a su rol que está teniendo.

El otro día iba en el metro y a unos metros, había parada una señora que se veía iba totalmente angustiada, triste y pensativa por algo. Me pasó algo extraño: de la nada me empecé a reir, unas sonrisas dieron lugar a una risa que le abrió paso a una carcajada tremenda. De a poco la situación se contagió a la persona que estaba al frente, que entre risas trataba de preguntarme qué pasaba y yo no podía parar de reir. No pasó mucho hasta que la señora que iba triste se distrajo, vió la escena y no pudo evitar mostrar una leve sonrisa justo antes de bajarse del vagón. Al mismo instante que se cerraron las puertas, la risa se me detuvo. Al tipo al frente mío no, y se bajó en la siguiente estación riéndose aún.

No sé que me habrá pasado. El descontrol se apoderó de mí, por unos minutos el mundo se volvió loco. Pensarán que es ridículo, o incluso malo pero por algún motivo no lo veo tan así. La simple sonrisa que logró hacer que por cinco minutos la señora deje de pensar en sus pesares, me dice que la vida está llena de sorpresas y cosas que no siempre podremos explicar.

Me acuerdo de esa historia y la verdad, no me da risa, pero sí se me forma una sonrisa en la cara que me dura varios minutos. ¿Alguien me puede negar que la magia existe?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Darnos cuenta de cómo podemos cambiar o influir en una persona despierta en nosotros una conciencia acerca de la interrelación en que vivimos y que se extiende por toda el mundo.
La mayor parte del tiempo pensamos que somos solos y hacemos cosas que, sin darnos cuenta ni proponerlo, afectan a personas, animales, sistemas vivos y finalmente a la biosfera, para bien o para mal.
Pensar que somos únicos y que tenemos derecho a hacer lo que nos plazca es tal vez el error que está cometiendo el hombre moderno. Creo que en no reconocer nuestros niveles de conciencia radica el estado en el que vivimos: estresados, apurados, sin darnos tiempo para nada, contaminado, dañando, pasando a llevar, etc.
Es necesario un cambio en el modo de vernos y de ver nuestro mundo y no es necesario hacer mucho, basta con iniciativas como estas que ayuden a darse cuenta.
Muy buen post!

Pablo Esparza dijo...

Bueno, ya lo dice la canción clásica del Jappening Con Ja:
Ríe solamente por reír
solo así podrás
ser siempre feliz
en risas tu vida puedes
con - ver - tir

La risa igual depende de como sea, si es una sonrisa es diferente a una risa, porque pueden creer que te tas riendo de la persona.
Suerte y que bueno que volvió el blog.

Chissock dijo...

Nada más contagioso que tu risa, es lo único que voy a decir al respecto xP